domingo, 3 de abril de 2011

Cuando venia de la escuela
y alguien le quitaba un medio al niño
su padre le pegaba haciéndolo salir
tenía que romperle la cara sin llorar.
Si se ponia a dibujar,
sus casas y soles le hacía trizas
los machos juegan a bolas y a pelear
búscate un hombre y deja de soñar.
No pudo decir que tuvo miedo,
no pudo decir que le dolía,
no pudo decir que era salvaje lo que hacía.
No pudo llorar como pensaba,
no pudo pedir ayuda alguna,
no pudo sino tragar en seco su amargura.

Hoy los archivos se desbordan
de sicopatías y prejucios,
de mutiladas fantasías del horror,
de remendados en la frente y el amor.
De nada le sirve ser amigo
de nada le sirve ser hermano
el sexo es el juez universal del ser humano.
Y si eres mujer no pidas ni agua
si cambias de hombre por semana
el odio te sigue, inevitable, cama a cama.

Las niñas deben saber lo mismo que los niños, para poder hablar con ellos como amigos cuando vayan creciendo; como que es una pena que el hombre tenga que salir de su casa a buscar con quien hablar, porque las mujeres de la casa no sepan contarle más que de diversiones y de modas.

cualquier mañana despierto vivo aún
y te deslizo debajo el pulgar
te desanudo el pelo con placer
y entonces digo mirando sin mirar:
eres mujer

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