domingo, 1 de mayo de 2011

Profundo equilibrio

Todo es neutro, cualquier acción es gris. Se tinta de blanco o negro dependiendo de la intención que haya detrás.
Hay que lograr el equilibrio, no hay que rechazar, no hay que dar paso a la indiferencia y al miedo, hay que aprender a mantener el equilibrio entre todas las fuerzas que consigan que seamos más grandes como personas.
Fuerzas como la oscuridad, no hay que rechazarla, la gente la teme, la odia, la combate, ¡oh! todos paladines de la luz, grandes exageraciones, camicaces de purezas inexistenes, ¡ellos son incluso peores que aquellos que utilizan la oscuridad!
No... hay que aprender a equilibrar, la oscuridad es lo contrario a la luz, su otra cara, sin oscuridad no puede existir la luz, con lo cual ¿es entonces negativa? A mi simple entender no.

El fin no justifica los medios, cierto, pero siempre hay que tener en cuenta las intenciones que existen dentrás de cada acción que acometemos, ellas son las juezas del veredicto de que es moralmente correcto y que no.

Pero vamos, lo que yo hable o escriba no tiene relevancia en la sociedad.
Sin embargo necesito expresarlo, porque si callo un segundo más, ¡acabarán chillando las piedras!

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