domingo, 3 de abril de 2011

Cuando venia de la escuela
y alguien le quitaba un medio al niño
su padre le pegaba haciéndolo salir
tenía que romperle la cara sin llorar.
Si se ponia a dibujar,
sus casas y soles le hacía trizas
los machos juegan a bolas y a pelear
búscate un hombre y deja de soñar.
No pudo decir que tuvo miedo,
no pudo decir que le dolía,
no pudo decir que era salvaje lo que hacía.
No pudo llorar como pensaba,
no pudo pedir ayuda alguna,
no pudo sino tragar en seco su amargura.

Hoy los archivos se desbordan
de sicopatías y prejucios,
de mutiladas fantasías del horror,
de remendados en la frente y el amor.
De nada le sirve ser amigo
de nada le sirve ser hermano
el sexo es el juez universal del ser humano.
Y si eres mujer no pidas ni agua
si cambias de hombre por semana
el odio te sigue, inevitable, cama a cama.

Las niñas deben saber lo mismo que los niños, para poder hablar con ellos como amigos cuando vayan creciendo; como que es una pena que el hombre tenga que salir de su casa a buscar con quien hablar, porque las mujeres de la casa no sepan contarle más que de diversiones y de modas.

cualquier mañana despierto vivo aún
y te deslizo debajo el pulgar
te desanudo el pelo con placer
y entonces digo mirando sin mirar:
eres mujer

viernes, 1 de abril de 2011

PUKE RAINBOWS

El amor siempre está al doblar la esquina, vale la pena morir de caminar por tal de encontrarlo.
Ulises, yo quiero que tú me enseñes a navegar por esos mares del mundo que tú has transitado ya y en cada puerto tener una aventura de amor, hasta encontrar como tú, quien me ate el corazón.
A esa muchacha que dio a morder su piel de manzana cuando Cupido plantaba un nido en cualquier ventana. A esa muchacha que tuvo el barrio guardando cola y revoloteando como polillas en las farolas. A esa muchacha que fue piel de manzana se le quebró el corazón de porcelana, se le bebieron de un trago las sonrisas, la primavera con ella tuvo prisa.
Dijo Benavente: En asuntos de amor los locos son los que tienen más experiencia. De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca.

Muchachas tristes que florecisteis en mis aceras, bien poco ha escrito, en vuestros cuadernos, la primavera y llega el invierno.

Amor, oh amor, eres tan dulce que empalagas.
Permítanme vomitar arcoiris.