sábado, 7 de agosto de 2010

Novela - Adolescencia. Capítulo 1

Como si de una excavadora se tratase, conseguí escuchar, a través de la bruma espesa entre el sueño y la realidad, el estridente sonido del despertador que anunciaba con su alegre chirrido el comienzo del peor día de los últimos 3 meses.
¡ZAS!
Vaya… estaba claro que yo no era la única que odiaba el despertador y se levantaba con una mala leche increíble por su culpa.
Claro… pero yo no me cargaba el despertador, básicamente porque era mío y costaba su dinero.
Pero al tío que tenía al lado de mi parecía no importarle en absoluto, es más, en apenas cinco segundos desde que le había pegado el manotazo parecía haber vuelto a dormirse, a juzgar por los suaves ronquidos que despedía.
¿Hola? ¿Roncaba?
¿Cómo podía haberme liado con alguien que roncase? Eso era una de las primeras cosas que preguntaba. Me había llevado demasiadas noches en vela por culpa de no hacerlo, había aprendido la lección.
Con ojo crítico eché un vistazo a mi última… ¿víctima? ¿error? No me consideraba especialmente guapa, tenía el pelo de color rubio tirando a pajizo y mis ojos eran de un color marrón tostado, pero tenía buen cuerpo eso sí y además tampoco quería pensar que estaba desesperada y que me había tirado al primero que pasaba. Cosa que no era, en lo que a desesperación me refiero, claro.
Umm, pelo castaño largo, muy largo en realidad… oh si, ahora lo recuerdo, anoche lo llevaba recogido en una coleta, eso fue una de las cosas que me llevó a fijarme en él. ¿Qué más, que más? Buena espalda, brazos enclenques pero que podían ser increíbles en la cama y OH, vale…
Ya sabía porque me lo había llevado a casa. Era uno de esos chicos de Culo Notable. Le pondría un 8 la verdad, lo que le convertía en la marca mas alta de todo el verano.
Con una sonrisa en la cara me levanté y miré la hora. Las 7:30 AM. Gemí. Hoy empezaba el último curso de instituto. Bueno en realidad debería haberlo acabado hacía dos años pero que se le va a hacer, soy vaga por naturaleza.
Así con 19 años me encontraba a punto de empezar 2º de Bachiller. Que patético sonaba, y la verdad es que lo era.
Con determinación de plomo me dirgí al baño, llené un cubo de agua helada y regresé a mi cuarto con una mirada peligrosa.
Se la eché encima a… ¡vaya! No recordaba su nombre.
Chico misterioso se levantó de un brinco y los ojos dilatados al contacto con el agua fría. Comenzó enseguida a tiritar y a mirar a todos lados.
-Pe-pero ¿qu-qu-que pas-sa?
Sin siquiera mirarle cogí todas sus cosas y se las lancé a la cara, lo agarré del brazo (soy mas fuerte de lo que puedan pensar los demás) y con paso firme lo saqué de mi casa, por la puerta grande.
-¡Pero que haces, zorra!-vaya, ahora si que estaba despejado el nene y me estaba mirando con ojos cabreados.
Le dediqué un mohín y me crucé de brazos.
-Mira chavalín, la verdad es que no suelo ser así de brusca, pero hay motivos- levanté una mano y fui enumerando.- Primero: Me has roto el despertador, así que te jodes y no hay un “buenos días” cariñoso , Segundo: Mis padres vienen dentro de 2 horas, así que te jodes y no hay ni ducha ni desayuno, y Tercero: Hoy empiezo algo que me da muchísimo asco, con lo cual estoy de mal humor, así que te jodes… y uhm, espera, ¡no hay mas! Pues mira te jodes y punto. Ale, ¡hasta luego guapete!
Le cerré la puerta en las narices dejándole flipado, y con los andares propios de los ciervos me di una ducha rápida, cogí una manzana del frutero, y después de haberme secado el pelo y haberme vestido salí disparada hacia la boca de metro mas cercana.
Eran las 8:05. Genial, el primer día y ya llegaba tarde.

3 comentarios:

  1. Hola!!! Me he leido todas tus entradas y debo decirte que yo no t lo he dicho lo anterior por quedar bien, ni nada de eso…. Ya hubiera querido escribir como lo haces tu a mis 16… En aquella epoca solo sabia redactar historias románticas y vacias, y mis recursos estilísticos dejaban mucho que desear.
    Como apasionada de los libros, escritora de afición (aunque algún día espero que sea de profesión) y visionaria igualmente de historias y personajes que me visitan en momentos inesperados del día, t digo que tienes futuro.
    Yo tuve la suerte de tener un profesor de letras en 2º de bachiller estupendo… Era un jodido genio!!! Un intelectual extraño que despertó mi admiración desde el primer momento. Un día me dijo que tenía talento para la escritura, y que nunca debía dejarlo.
    Bien, no estoy a su altura, pero de sincero corazón, t digo lo mismo. Seguiré tus actualizaciones con asiduidad y las comentaré desde mi más puro espíritu crítico. Pero creéme, no es fácil encontrarte fallos, jejeje
    Un beso!

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  2. que maja la tia del pelo pajoso JAJAJA me gustah *-*

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