vs Corazón

Sinceramente no sé que esperar ya de la vida… ¿mas palos? ¿mas desmoralización? Pensaba que al fin había encontrado algo a lo que aferrarme, pensaba que había sido mas maduro a la hora de enamorarme… por Dios me había fijado en alguien a quien podía aspirar… bueno mejor dicho, yo creía que no podía aspirar, pero esa persona fue la que me buscó a mi, la que me dio esperanzas de algo, la que cada vez que estaba pendiente de mi creía poder suspirar en el cielo… si, todo eso lo hizo. Era tan perfecto. Como no, era demasiado perfecto. Me preguntaste cuales eran mis sentimientos, tras casi un mes de intercambiar ilusiones y roces personales, te lo dije: te quiero, no he podido evitarlo, quería que no fuese tan pronto pero no ha sido posible controlar ese impulso, ese sentimiento… ha nacido espontáneamente, ¿suele ocurrir no? Sin embargo guardé silencio al menos por el momento, pues las palabras si es posible controlarlas, hasta que llegaste tú con tus preguntas, y una vez abierto mi corazón me dijiste que tú no sabías lo que sentías, era la primera vez que sentías eso por alguien, ¿era amor? Querías estar seguro Me has pedido días de silencio, de reflexionar, de ser dos completos desconocidos para ver si sientes necesidad de tenerme, de comprender el nivel de sentimiento que albergas hacia mi… Pues bien, sabes que te lo he concedido, sin embargo no puedes entender lo que estoy sufriendo, en el tedio que se han convertido mis horas, las cuales ya no puedo superar sin ningún salvavidas, cada segundo es largo como una hora, y cada hora es larga como un año… sin embargo lo que mas temo es que cuando venza el plazo fijado, me digas que no me necesitas… no tengo motivos para creerlo, pero siento miedo de ello. No te guardaré rencor, pero sabes que no querré volver a verte, pues no puedo estar contigo como amigos, no después de lo que hemos vivido. Al que guardo rencor, y esto añadirá un montón bien grande de arena, es a mi corazón, pues no ceja en su empeño de destruirme, y de venderme sueños imposibles a cambio de latidos prometidos. Es una eterna lucha que no finalizará hasta el día que exhale mi último aliento. Al final acabaré arrancándomelo del pecho.