Dos pensamientos inconexos, vacíos, y sangrantes... dolorosos de razón y calidez perdida. Caverna maldita colmada de recuerdos de un tiempo ya moribundo, donde las aguas tropicales eran cobijo de criaturas míticas, el abovedado firmamento guardián de inumerables proezas y la tierra ladrona de los susurrantes secretos que cualquier ilustrado podía llegar a concebir.
Cuerpos proporcionados de belleza clásica, bustos ardientes, miradas doradas, labios olímpicos de no carne plástica, narices de cigueña, pestañas escarpadas y orejas de morceña. Aureolados cabellos de pureza cegadora, escudriñantes de nubes encapotadas con lágrimas de los olvidados que perduraron en las mentes de los héroes para la eternidad.
Pablooooooooo revive estoooooo, jo!
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